¿Por qué corregir el factor de potencia?

LA IMPORTANCIA DEL FACTOR DE POTENCIA

La potencia reactiva, no representa un consumo de potencia útil física directo en los equipos, solo es necesaria para producir el flujo electromagnético que pone en funcionamiento elementos tales como: motores, transformadores, lámparas fluorescentes, equipos de refrigeración entre otros. Cuando la cantidad de estos equipos es apreciable los requerimientos de potencia reactiva también se hacen significativos, lo cual produce una disminución exagerada del factor de potencia.

Un alto consumo de energía reactiva puede producirse como consecuencia principalmente de un gran número de motores, equipos de refrigeración, aires acondicionados, lámparas de descargas con balastos, mal estado y desequilibrio de las cargas en una instalación. Aclaramos que todos estos tipos de receptores o consumos demandan potencia reactiva, pero también potencia activa ya que es la que necesitan para el trabajo en sí, de otra manera las cargas puramente resistivas, tales como alumbrado incandescente, resistencias de calentamiento, etc. no causan este tipo de problema ya que no necesitan de la corriente reactiva y debido a esto se afirma que este tipo de cargas son puras y por lo tanto la potencia demandada es activa, siendo la real consumida.

CONSECUENCIAS DE UN BAJO FACTOR DE POTENCIA

Las consecuencias de operar con un bajo FACTOR DE POTENCIA en las instalaciones, afecta el correcto funcionamiento de la propia instalación, como así también de los componentes de protección, reduce notablemente el rendimiento de motores con la consecuente pérdida que provoca una producción limitada, entre los defectos más comunes podemos citar:

  • Calentamiento de conductores.
  • Disparos sin motivos de los componentes de protección.
  • Sobrecargas de líneas de distribución.
  • Aumento de la caída de tensión.
  • Calentamiento y reducción del rendimiento en motorizaciones.
  • Incremento del mantenimiento por deterioros.
  • Incrementos en de las facturas de servicios eléctricos.

Este último punto en la mayoría de los casos es un indicativo del defecto, dado que al desconocer el estado del funcionamiento de las instalaciones muchas veces pasan ciertas fallas desapercibidas.

El incremento en la facturación del servicio eléctrico, responde a que al tener un FACTOR DE POTENCIA bajo, esto también produce defectos en generación, transformación y distribución de la energía eléctrica, por lo tanto las empresas prestatarias al no poder registrar la energía no utilizada pero suministrada, relevan los suministros tomando mediciones del FACTOR DE POTENCIA, ya sea con instrumentos especiales o simplemente registrándolos en los equipos de medición de consumo que posee cada suministro.
Las distribuidoras de energía eléctrica están facultadas para tomar medidas que tiendan al mejoramiento individual del FACTOR DE POTENCIA, a tal efecto y en primera instancia se notifica al titular del suministro que su instalación está operando con un bajo factor de potencia, donde se indican los valores tomados de la medición intimando a modificar y reducir la energía reactiva utilizada, en un tiempo determinado, luego y de no modificar lo solicitado se efectuara una penalización o recargo por exceso de energía reactiva, siendo un porcentaje variable de acuerdo al FACTOR DE POTENCIA medido en el próximo periodo.

 

 

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